Caminante no hay Camino, se hace Camino al andar.

Pancracia, es una niña de Perú, que también trabaja en la oficina conmigo. Pues me da la sensación que ella es algo extraña. Si es porque se piensa que las reglas se hicieron para romperlas. Que día a punto de sentarme en mi lugar para empezar a trabajar, me pide que la acompañe a fichar en la mesa del encargado de sala, llega tarde y como si nada, y no se como se sienta en el trabajo, es decir si puede atender acorde a las pautas que han establecido. Hace unos días a su novio le dió una infección y se le presentó algo en la pierna y anda internado. Ella se nota que es algo complicada y critica con mucha fuerza. De la clínica habla pestes, que el servicio que la enfermera.

Hoy le decíamos que debería revisar su actitud para con las enfermeras, en pro de que les atiendan un poco mejor.

Como ya saben el tema de sueño se me ha vuelto sagrado. Y es que desde que conocía esta niña, -como nos regresamos en el metro-, pues no me deja cerrar los ojos. Habla, habla y habla, y no para de preguntar y decir cosas. Por eso es que estoy buscando como decirle lo que kiko con su magna interpretación que por favor tome aire en su boca y lo suelte cuando lleguemos a mi estación.

No entiendo que tengo. La gente se me acerca y me cuenta sus cosas. Hoy por ejemplo camino a sacar al Sam al parque, viene una señora dueña de una labradora de 6-7 meses, y me dice que le llegó el periodo; que estaba hinchada y que fumando otra señora le dijo que eso le hacía daño al feto, pero que rompió con su novio porque "..Es que el cabrón es un capullo, jilipo4#%..."

Nota mental: Cuando acá el cielo se oscurezca, es que va a llover de forma impresionante.

Me topé con éste videito, ya me contarán.