Caminante no hay Camino, se hace Camino al andar.

Seguí un poco tarde, el consejo de María. Es impresindible que al momento de salir de casa tener a mano en que apuntar todo lo que se le valla a uno presentando. De hecho salí el 5 de agosto y tomé en concejo apartir del 11, hay un hueco de 6 días, de los cuales evidentemente quedan las fotos, pero siempre hay huecos mentales.

Haciendo mi mejor esfuerzo, aca vamos:

Agosto 14:

Lisboa me pareció una ciudad entretenida, de hecho me alegro montones poder poner a práctica mis conocimientos de Portugués, y no me fué nada mal.

Evidente que al llegar a la ciudad sobre las 5 de la tarde como era habitual había resto de tarde libre, y me decidí a conocer por mis propios medios. El hotel estaba ubicado en la estacion de metro plaza de España (¿Coincidencia?), y me sugirieron en el hotel visitar la zona del centro (Estación Baixa Chiado. Aún si no se habla el idioma, se puede entender el funcionamiento del metro. Dicha zona ha de terminar con la vista hacia el Rio Tajo, de hecho al otro lado de la orilla es donde vive la mayoría de personas que trabajan allí por el tema de precio de los inmuebles. En fin sin desviarme mucho del tema, por sus calles se ve arquitectura, estatuas, fuentes, pero es caracterísitico en la mayoría de las ciudades de Portugal que el piso de los andenes se haga con la unión de varias piedras, pero éstas no las pegan, haga de cuenta que camina sobre un rompecabezas, en varías de ellas le dan una imagen ondulada. Así uno llegará a la Plaza del comercio, ésta su entrada: