Caminante no hay Camino, se hace Camino al andar.

Pues era algo mas de las 9 y algo de la noche. Estábamos en la estación preparándonos para el viaje nocturno. Sin embargo para nuestra sorpresa el tren solo tenía un tipo de cabinas, inicialmente se ven como 2 sillones uno frente al otro cada uno con capacidad de 3 personas. Adentro estaba un señor de algo mas de 70 y pico de años británico según recuerdo. Proyectaba una sensación de amistad y de tranquilidad. Así que nos hemos dispuesto a charlar mas o menos, guardando la esperanza que no tendríamos a nadie mas que compartiera aquel pequeño recinto. Luego de ir a buscar algo de comida posterior a la única parada de 30 minutos, un nuevo visitante, esta ves un joven de no mas de 35 años italiano al 100% llegaba a ocupar su puesto. Claro ya no quedaba nada mas por esperar es decir, toco preparar cada uno su “cama” que valga la pena comentarlo son lo suficientemente estrechas es decir toca enrollarse para poder caber. Entrados en gastos, pues todo el mundo con sus zapatos afuera, joder que hedor el de nuestros acompañantes, además claro el calor de la pequeña cabina era creciente a medida de que pasaba el tiempo.

Pues intenté leer luego de concebir la idea de que estudiar era imposible (recuerden que tenia muchos trabajos pendientes del Master), y así lo hice hasta el momento donde la incomodidad era capaz de hacer desistir hasta el mas fuerte de los estudiantes, además en cierto punto el cansancio me invadió, así que a dormir. Finalmente luego de poco mas de 10 horas en la misma situación arribamos a nuestro destino: Roma. Pues la única mala suerte fue el clima, llovió hasta más no poder. Sin embargo nos deleitamos con la visita al vaticano, de hecho el 31 de diciembre, fuimos participes de la misa que el papá realiza en la basílica de San Pedro, la cual en mi concepto fue bastante emotiva. Bien pues en Roma conocimos, el coliseo, el pantenón, la fuente de trevi, si aquella donde hay que hechar las monedas, obviamente el vaticano, evidentemente dentro del vaticano la capilla sextina y la obra del toque de vida entre muchas otras cosas. Lo que claro pasa es que conoces cientos de lugares en muy poco tiempo con lo cual ya se, tal como me lo recomendó María, hay que tener lapiz y papel para ir apuntando, puesto que le he dejado todo a mi memoria.

Evidentemente mientras yo andaba por allá, semanalmente llamaba a la guardería perruna para saber como iba mi joven maravilla, y siempre me decian que bien, ya les contaré al final –eso espero- si fue ó no cierto.

De Roma el salto fue hacia Florencia. Un lugar bañado de tranquilidad y paz, salvo por un impresentable indú que a la entrada del restarante nos dijo que Colombia la tierra del polvo blanco, la Coca, para sacarnos el clavo le transferimos el comentario al encargado del restaurante, simplemente es que las cosas no pueden seguir presentandose de esa manera. En Florencia la Iglesia de la Santa Croce (Cruz) ahí están los restos de varios de los antiguos sin embargo como comentaba nuestra guia, linda ella por cierto, resulta ser que los Medicis decidieron que las paredes debieron pintarse de blanco, con ello se perdieron muchos de las pinturas que la adornaban y que hoy en dia es muy difícil de recuperar asi que ves pinturas a medias.

Por supuesto que Florencia en 1 día es record, me atrevo a pensar que se nos hallan quedado cosas bastante importantes por conocer.

De Florencia el siguiente destino es Venecia, y aca aprendi la lección de no preguntar estupideces. Saben que es lo que mas me llamo la atención?, pues el hecho de las paradas de los “taxis buses” ó el bus acuatico como ellos le dicen. Lo tienes climatizado y al aire libre. Venecia es un conjunto de islillas que con el tiempo las fueron juntando y quedó como una ciudad. Aquello de los gondoleros cantando y de trajes especiales creo que lo ves únicamente en el verano, de hecho nuestro gondolero ni cantó!! Pero es la magia de estar allí. Sabes de hecho el haber probado el solomillo de mandibula de ternera que pedí como almuerzo, aun lo recuerdo, y claro ni que decir de la atención y el vino de la casa. Simplemente genial. Otra de las cosas que recuerdo fue que en este punto sentí el frio mas espantoso que mi mente pudiera tener recuerdo. Es como si los pies te dolieran y a la ves se te partieran en miles de pedacitos! Y eso que no nevaba. Realmente por mas que lo intenté debo admitir que si me iba perjudicando. Pero es Venecia.

Venecia era el último punto de Italia, la cual nos despedía para acogernos posteriormente a Viena. Pues si, allí la calidez no se percibe tan fácilmente como en otras partes del mundo, nuestra guía, parecía que hubiese sido la niñera de los hijos de Hittler, solo sabía dar ordenes claro está que de la ciudad conocía bastante, pero simplemente para dirigirse a los turistas era demasiado fuerte. Recuerdo ademas la guía de otro grupo, a la cual una tursita se le acercó por la espalda y con el dedo le toco levemente el hombro para llamar su atención, asumo que quería saber algo interesante o que se yo, y la Guía, si leelo bien, la Guía se voltea y le dice: Don’t ever touch me again! Don’t ever do that again to me ok?!

Pues el otro lado de la moneda fue que aquí me deleite con la nieve, la probe a mas no poder me la unté y todo aquello que comenté en blogs anteriores.

En Viena recuerdo la ópera el Strobe ring una de las calles por las que andamos muchísimas veces. Así mismo el palacio de la archiduquesa, con todo el meollo que esto tiene.

De Munich no tengo realmente cosas que contar salvo la amarga experiencia con la señora que nos reservo el Tren (casi no podemos regresar a Madrid) Finalmente terminamos el recorrido visitando Paris!

Como ya es hora de terminar aca queda la entrega final, uy casi se me va febrero y no lo logro terminar.

Cabe tener presente que a la fecha nada que tengo internet en casa.

PD: Estoy grabando musica en el ipod.